Ayer estuve en la Plaza de Cataluña en Barcelona yo también. Yo también pido democracia real. Hace muchos años que trabajo por ella. Mi compromiso político dentro del socialismo democrático se basaba en eso. Concebía y concibo el socialismo como un proceso permanente de profundización de la democracia.
Me singularicé dentro del PSC por decir lo que pensaba en cada momento aunque me quedara sólo. Para mí un partido político es no solo un instrumento de encuadramiento político-organizativo, sino también un instrumento de participación política que te permite incidir en la orientación de las decisiones políticas con mucha más frecuencia que con un voto cada cuatro años.
Un ciudadano responsable y comprometido políticamente, cuando encuentra que la fórmula político-organizativa en la que está participando ha traspasado los límites de lo que uno considera asumible políticamente en aras de una eficacia colectiva, deja esa fórmula e impulsa una nueva que se ajuste más a los valores que considera importantes.
Si esta situación responde además a la percepción de más ciudadanos, después de algunos intentos la nueva fórmula política sale y se articula jurídicamente como un nuevo partido. Esa es la grandeza de la democracia.
Porque creía que la alternancia política que se ha instalado en el país quedaba viciada de origen por el juego asimétrico y sesgado al que le obligaban los partidos nacionalistas excluyentes. Porque creía que el sistema electoral era el instrumento que facilitaba esta situación. Porque creía que era necesario introducir elementos de democratización interna de las maquinarias políticas con el sistema de primarias. Porque creo que es necesario un sistema educativo que cohesione a la sociedad española en unos valores básicos compartidos. Porque creo que es necesaria una regeneración de la clase política. Por todo ello me incorporé a UPyD.
La democracia real está al alcance de todos los ciudadanos permanentemente; se trata simplemente de ejercerla. Sólo requiere compromiso y esfuerzo continuado. Como todo en la vida.