viernes, 6 de mayo de 2011

Barcelona: ¡abajo las murallas!

Casi todas las ciudades europeas importantes con largo pasado como Barcelona han tenido murallas. Otras ciudades se formaban alrededor de un castillo o fortaleza en el que los pobladores se refugiaban en caso de ataque. Era la lógica de los tiempos.

Las murallas eran necesarias para defender la ciudad de posibles enemigos, pero servían también para que el señor o soberano de turno ejerciera un control sobre todo lo que acontecía en su interior.

Como dispositivo defensivo dejó de funcionar cuando la tecnología militar desarrolló la artillería. Como instrumento de control duró hasta que fue más interesante para el poder de turno promover su desarrollo urbanístico.

Con el tiempo las murallas cambian y hoy desde el poder se han levantado otras murallas que con el pretexto de defenderla la controlan y la limitan. El proyecto del catalanismo para Barcelona es la nueva muralla de la ciudad. Curiosamente de nuevo desde la ciudadela, donde se sitúa el actual parlamento catalán, se han habilitado leyes que, so pretexto de hacerla capital de Cataluña, van a limitar su crecimiento como capital española y urbe global.

Con el proceso reduccionista del catalanismo Barcelona pagará—lo está pagando ya—un precio elevado. Aún se está a tiempo de evitarlo. Barcelona necesita integrar política, económica, social y urbanísticamente toda el área metropolitana: la ciudad real. 

Unificación municipal, elecciones de primer grado y una organización adecuada de todos los servicios son objetivos inaplazables para el futuro que necesita nuestra sociedad. Cuanto más se tarde en acometer este desafío, peor será. UPyD está por la labor.

¡Abajo las murallas!

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